El operador debe iniciar la prestación del servicio dentro de los 15 días hábiles siguientes a la contratación del mismo, salvo eventos de fuerza mayor, caso fortuito, o aquéllos que impidan la instalación por causa del usuario. En ese caso, el plazo puede ser modificado por acuerdo entre el usuario y el operador, el cual debe ser pactado en un documento separado del contrato. Si el operador no inicia la prestación en este tiempo, podrás terminar el contrato y pedir la restitución del dinero pagado al operador.